in ,

Lejos de todo, pero juntos

Él decía a su amada: Si pudiéramos ir

los dos juntos, el alma rebosante de fe,

con fulgores extraños en el fiel corazón,

ebrios de éxtasis dulces y de melancolía,

hasta hacer que se rompan los mil nudos con que ata

la ciudad nuestra vida; si nos fuera posible

salir de este París triste y loco, huiriamos;

no sé adónde, a cualquier ignorado lugar,

lejos de vanos ruidos, de los odios y envidias,

a buscar un rincón donde crece la hierba,

donde hay árboles y hay una casa chiquita

con sus flores y un poco de silencio, y también

soledad, y en la altura cielo azul y la música

de algún pájaro que se ha posado en las tejas,

y un alivio de sombra… ¿Crees que acaso podemos

tener necesidad de otra cosa en el mundo?

What do you think?

98 Points

Written by Carlos Carmona

Deja una respuesta

Son pocos los honestos

No olvides nunca tus raíces